28.2.07

En las montañas... ¡Como Heidi!

El pasado fin de semana tuve la oportunidad de poner a prueba la hospitalidad polaca, dado que unos amigos me invitaron a pasar con ellos un fin de semana en Orawa, una zona situada al suroeste de Polonia, colindante a escasos kilómetros con las fronteras noroccidentales de Eslovaquia.

Un tiempo agradable y un tranquilo espacio para detenerse a reflexionar mientras se podían admirar bellos paisajes, despojados de la nieve que, a pesar de sus intentos, no ha llegado a cuajar este año en su incursión a este país. Todavía recuerdo el paso invierno, por estas fechas, cuando podíamos "disfrutar" de 20º bajo cero en el termómetro: una cara y una cruz de lo que representa el cambio climático que estamos sufriendo en el planeta.

Con todo, tuvimos un encuentro muy campestre, al estilo polaco, residiendo en la casa de uno de estos amigos, donde aún vive su madre en excelentes condiones, tanto físicas como psíquicas... Estar allí, con ese verdor en los prados, a pesar de haber pasado por épocas de frío, es como hallarse en un lejano paraíso, perdido ya en los vestigios de lo legendario.

Fue un marco adecuado para reflexionar sobre la vida, sobre lo que fue y lo que será, un lugar en el que el tiempo no tiene ningún valor, porque cada instante allí vivido representa miles de instantes vividos en el cruel mundo urbano, en el espacio que la sociedad crea para cada uno de sus componentes... Dejas de ser un soldadidto de plomo para convertirte en un creador: de ideas, de formas de vivir, de estilos, de ruptura de las normas.

Buen lugar y excelente comida campestre: truchas fueron uno de los platos principales, dado que se podían encontrar por doquier en un piscifactoría que se encontraba a apenas 2 minutos andadno desde la casa de mi amigo Marcin. Y, por supuesto, no me resistí a la tentación de volver a nuestros orígenes e intentar conseguir mi subsistencia, esto es, pescar mi trucha para la comida. La verdad es que feron gratos momentos, sobre todo porque sirvieron para poner en orden mi alborotada cabeza... ¡hasta cierto punto!

En fin, para sumisnistrar envidia a mis lectores, los dejo con algunas fotografías de tan memorable evento, que, si bien no llegó a ser comparable con la primera visita del hombre a la luna, para mí valió mucho más que eso...


Una panorámica de Orawa, para que se vea cómo es esta bella tierra...


¿Dónde estuve... dónde estuve? Aquí está la respuesta... Como si fuera Heidi...


¿A quién busca esta gallina? El gato se escondió de la Gran Hermana plumífera


¡Ay! El pan nuestro de cada día... Cada uno tuvo que buscarse su almuerzo, y yo no fui menos...


¡En fin! ¡Lo conseguí! Por lo menos no pasaría hambre el domingo... Ni sed tampoco, como se puede ver...

22.2.07

¡Ay! ¡Lo que escriben mis estudiantes!

Revolviendo papeles en mi casa, pues mi sentido de la inquietud por la inacción que provoca el período vacacional que ya está llegando a su fin hace que necesite cambiar una y otra vez las cosas que se acumulan, poco a poco, en mis estanterías, he encontrado un texto que bien merece la pena de ser inmortalizado en estas páginas. Bien es verdad que tengo la terrible manía de guardar cualquier papel que considero interesante -y tengo que añadir que son muchos los papeles que obtienen esa calificación-, para olvidarlo después en el baúl de los recuerdos (o más bien, la correspondiente estantería sobrecargada de demasiados papeles que, a la larga, serán inútiles), pero también es cierto que, de vez en cuando, alguna joya del pasado regresa a mis manos, como hoy es el caso.

Así, el texto en cuestión es una redacción que pertenece a una alumna que finalizó sus estudios hace dos años y que ésta me entregó para corregir ya en los estertores de su último año de carrera. Como quiera que fuere, ésta dejó de venir a clase para prepararse los exámenes, y una vez satisfechos los mismos de forma satisfactoria, marchó inmediatamente al extranjero para buscarse la vida de la mejor manera posible, con su título recién obtenido bajo el brazo, igual que un recién nacido dicen que trae siempre un pan...

En cualquier caso, no la volví a ver y nunca tuve la oportunidad de devolverle el texto... Aún así, a pesar de tratarse una redacción escolar para comprobar el nivel de conocimientos sobre la lengua escrita, en aquel momento lo guardé, por no sólo considerar a este texto interesante, sino también "singular". No voy a explicar el por qué de dicha sigularidad, sino que será mejor que el texto hable por sí mismo, máxime cuando no se sabe exactamente de qué se habla hasta la mitad del mismo... Si hubiera sido un afamado escritor quien lo redactara, seguro que más de un lector lo habría podido considerar un grácil juego en la arquitectura del lenguaje...

En fin, no pretendo ser más pesado de lo necesario, por lo que allá va la transcripción literal de dicho texto (ruego indulgencia por algunas incorrecciones sintácticas y gramaticales, pero claro, no se puede pedir peras al olmo...):

De muchos fenómenos y espectáculos culturales españoles destaca sobre todo la corrida, que actualmente es uno de los temas más 'sensibles'. Todo esto es el resultado de los numerosos adversarios y partidarios de la corrida. Cada uno de estos dos grupos presenta sus argumentos subrayando lo bueno o lo malo que se conecta con dicho fenómeno. El texto titulado "La corrida" [no se titulaba así, pero bueno... (nota del transcriptor)] describe este espectáculo, su historia y la importancia que tiene en el sur de España, o sea, en Andalucía. El texto nos hace pensar y reflexionar sobre la corrida y sus ventajas o desventajas. Porque ninguno de nosotros queda impasible en cuanto a la corrida.

Merece decir que este fenómeno deriva de una tradición española muy antigua ya que llegó a España con los árabes. Sobrevivió durante muchos siglos pero el colmo de la popularidad lo alcanzó en los siglos XVI y XVII cuando aun los reyes participaban en ella.

La manera de luchar con el toro [¡por fin explicita a qué se refiere! (nota del transcriptor)] (a caballo) cambió en el siglo XVIII y desde entonces ya tiene las reglas y forma iguales a las actuales.

El texto nos ofrece una descripción general de la corrida sin dar una opinión sobre dicho espectáculo. En mi opinión, a la corrida se la debe tratar como arte, porque debido a la organización en ella, al profesionalismo de los toreros, sus trajes de luces, la corrida resulta ser "una obra". No nos damos cuenta de que cada paso y cada movimiento de 'espada' [¿por qué entrecomilló "espada"? (nota del transcriptor)] tiene su sentido. Y no cada torero puede participar en la corrida. Éstos que ya luchan con los toros están bien preparados para el enfrentamiento y saben exactamente cómo no hacer sufrir demasiado al toro. Y si uno estuviera en la arena, si viera las emociones del público, al instante entendería que la corrida está muy arraigada en la en la mentalidad y tradiciones españolas y por lo menos desde este punto de vista hay que respetarla.

Concluyendo, el texto de la corrida nos acerca a uno de los elementos inseparables de la vida española. Si España es pues, a la corrida, y nadie tiene el derecho a despreciarla. Es arte y por eso merece el respeto.

J.S. (2005)

Bien, hasta aquí el texto... Puede pensarse que sea malicioso con mis notas o acotaciones, pero no. Ese no es el caso: quiero resaltar que en ningún momento mi intención es burlarme de cómo escribe, pero sí que el lector haga un análisis pragmático de lo leído y que llegue a sus propias conclusiones... si puede. La verdad, es que desde el punto de vista precisamente pragmático, no tiene desperdicio...

16.2.07

¡Ya está aquí! ¡Ya llegó... el Carnaval!

El otro día, mi amiga Ola me mandó un cartelito al que no le hice muchas cuentas, hasta que después lo miré más detenidamente: se trataba de las fiestas que por Carnaval iban a ofrecer en el Club Latino El Sol.

La verdad es que es una buena iniciativa, porque aquí en Cracovia el Carnaval es una fiesta que casi pasa desapercibida y que prácticamente se pierde en la vorágine de actos previos a la Cuaresma que se llevan a cabo en la ciudad.

Así pues, parece que de nuevo, El Sol será uno de los pocos lugares en los que se va a llevar a cabo esta fiesta, y además con gran fastuosidad, dado que habrá variedad de actividades. Ya me he decidido a apuntarme a algunos de los días en los que habrá algún tipo de evento, a fin de no perder una costumbre tan sana y tan arraigada en la cultura española e hispanoamericana como es esta.

Ciertamente el Carnaval tiene un buen antecedente en los ritos paganos de la antigua Roma, y que a través del tiempo, fueron reconvertidos a través del sincretismo que tanto se practicó en la Edad Media. Una de las primeras fuentes de dicho fenómeno en las letras hispanas la encontramos en el Libro de Buen Amor, del Arcipreste de Hita, el cual narra la lucha entre Don Carnal (Carnaval) y Doña Cuaresma, y como cada uno de ellos impone su dominio en el período que le corresponde en el calendario cristiano.

Dicho esto, bueno será dejar de lado los motivos cultos y aprovechar los últimos días vacacionales que nos trajo el período de exámenes del primer semestre, para intentar disfrutar de este Carnaval antes de que llegue la Cuaresma... ¡y el principio del segundo semestre del curso!

7.2.07

Agradecimiento al Kolo Naukowe Iberystów

El pasado día 24 de enero se recibió en la Secretaría del Instituto de Filología Románica de la UJ una carta de agradecimiento al Kolo Naukowe Iberystów por parte de la Fundación de la actriz Anna Dymna "Mimo Wszystko", por la donación del 50% de la recaudación que se hizo en la Fiesta de los Reyes Magos, celebrada el pasado día 5 de enero, de la cual ya hablé en una entrada anterior.

Dicha carta, constituye uno de los primeros reconocimientos públicos al recién restaurado Kolo Naukowe Iberystów, y pone de manifiesto las ganas de trabajar de los miembros que lo conforman, no sólo desde un plano meramente científico, sino también difundiendo la lengua y la culturas ibéricas, así como llevando a cabo actividades de índole solidaria, que tan importantes son para el desarrollo de la sociedad.


La carta, manuscrita y firmada por la propia Anna Dymna ha servido para ver que el esfuerzo tiene una recompensa y que, gracias a la Fiesta de Reyes Magos, desde el Lectorado MAEC-AECI en Cracovia y el Kolo Naukowe Iberystów, pudimos hacer de "Reyes Magos" para muchos niños que necesitan una atención especial, dados los problemas físicos y psíquicos que tienen.

Si hemos conseguido dar sonrisas a estos niños a través de una pequeña actividad como esta, bienvenidas sean todas las iniciativas del mismo tipo, dado que contribuirán, sin duda, a desarrollar una labor social, además de las puramente científicas y culturales.

De sustos y hospitales

Estas dos últimas semanas han pasado volando, dado que para mí casi no han existido. He tenido ciertos problemas de salud que se pergeñaban bastante poco halagüeños, pero que al final terminaron en un susto, aunque, eso sí, bastante doloroso.

Todo comenzó como suelen comenzar mis amigdalitis (¡ay! Habré de arrastrar esto toda mi vida): con cambio de tiempo y paso de un relativo calorcito otoñal al más frío invierno, con nieve incluida. Eso me pasa por bocazas, dado que pocos días antes había escrito en el blog que el tiempo se estabilizaba con una medianamente buena temperatura y que de la nieve no había ni rastro.

En fin, que comencé a tener fiebre, moquitos y todas esas incomodidades que van parejas a una infección de garganta, y como un buen chico, comencé con mis antipiréticos y medicamentos "blandos" de homeopatía, con la esperanza de que, como en otras ocasiones, capeara el temporal de la mejor manera posible.

Pero esta vez no fue así: la fiebre siguió subiendo y me tiré tres días entre los 39º y los 40º de fiebre, además de que comencé a tener una molesta rigidez en el cuello y tremendos dolores de cabeza, yo que nunca los había sufrido.

Ante esta nueva variante, acompañado de mi sin par amigo Fernando, que, por cierto, ha estado haciéndome de enfermero durante todo el período de hospitalización y convalecencia, me fui al médico, al Centro de Urgencias de Cracovia, el cual me diagnosticó "una inflamación de garganta", y me mandó el correspondiente antibiótico.

Como la fiebre no bajaba, y dado que los lectores de AECI tenemos un maravilloso seguro privado, decidí echar mano del mismo, a ver si mejoraba la atención y el diagnóstico. Dicho y hecho: me mandaron en poco tiempo un taxi que me condujo... al mismo Centro de Urgencias de Cracovia. Claro, yo había hecho mentalmente la conexión de "seguro privado=clínica privada". Pero no.

A posteriori me he enterado de que el problema no se hallaba en la compañía de seguros, cuya actuación, he de decir que fue ejemplar y estupenda en todo momento, dado que su centro de atención se hallaba en Madrid, sino del corresponsal que dicha compañía tenía en la zona, es decir, una compañía aseguradora local, pero que resultaba hallarse en la República Checa.

No me extraña que fuera tan complicado encontrar un lugar adecuado en Cracovia, sobre todo si hay que gestionarlo a más de mil kilómetros de distancia y por teléfono.

En cualquier caso, el médico que me atendió, esta vez sí que fue correcto en cuanto a las pruebas, aunque no así en cuanto al diagnóstico, aunque claro, todos los síntomas apuntaban hacia lo que él intuía que yo podía sufrir: meningitis.

No hay que tener mucha imaginación para darse cuenta de todo lo que pudo pasar por mi cabeza (aparte del dolor), al escuchar tan tremendo diagnóstico. Inmediatamente dicho doctor me hizo un volante para la Clínica de Enferemedades Infecto-Contagiosas del Hospital Universitario de la UJ, y allá que me fui.

Me atendió un doctor muy eficiente que me hizo un reconocimiento aún más exhaustivo y que decretó mi ingreso inmediato en dicha clínica. Además, recomendó que me hiciera una punción lumbar, a fin de que me extrajeran líquido de la columna vertebral para determinar si, efectivamente, padecía meningitis o no.

La verdad es que al principio, me negué, dado que, he de reconocerlo, me asustan todas las cosas relacioandas con los hospitales, pero al final acabaron convenciéndome de que era lo mejor para mí. El resultado: no había meningitis, y dos semanas de dolores tremendos de cabeza, mareos y pérdidas de equilibrio, con el consiguiente vértigo, dado que me había quedado debilitado por los medicamentos, a la par que tenía que regenerar el líquido extraído para recuperar la normalidad, y parece ser (por lo que he vivido) que no se regenera de la noche al día.

Ahora ya estoy en casa, dado que prácticamente acabo de aterrizar en la misma, y empiezo a recomponerme de tan fatídicos días. Tengo que agradecer a todas las personas que se han preocupado por mi salud y que, bien me han llamado, bien han ido a verme. Así pues (y perdón si me olvido a alguien), muchas gracias a Fernando, Patrycja, Mavilde, Fernanda, Rosanna, Cécile, Ewa, Renata, otra Ewa, Anna, Magdalena, otra Anna, Juan, María, Laura, Kasia, Kinga, Pepe, Daniel, Miguel Ángelo, Agata, Martín, Enrique, Miguel Ángel, etc.

Sobre el hospital he de decir que el personal fue en todo momento tremendamente eficiente y muy profesional. No se puede olvidar que los médicos que atienden allí a los enfermos son profesores de medicina de la UJ y están muy altamente cualificados en sus respectivas especialidades. Lo mismo pasa con las enfermeras, que también imparten clase en el equivalente a la Escuela de Enfermería. Yo estoy particularmente contento del trato y la atención dispensada, dado que en todo momento fue constante y muy profesional.

En cuanto a las instalaciones, ya es otro cantar: estamos en Polonia, y aún le queda mucho al país por desarrollarse: cuatro habitaciones por planta, con cuatro enfermos por habitación, sin separaciones de ningún tipo entre ellos. Un sólo servicio para las cuatro habitaciones y una bañera y una ducha para las mismas cuatro habitaciones. Pregunta: ¿cómo se puede tener un sólo servicio para 16 enfermos supuestamente contagiosos? ¿Cómo se pueden evitar contagios si 16 personas con las enfermedades más variopintas se tienen que duchar en el mismo lugar?

En mi habitación había una persona que se estaba recuperando de la malaria, contraída en Asia, una persona convaleciente de una Hepatitis B (menos mal que yo estoy vacunado), y una persona que sufría una ignota infección bacteriana que le había dejado las dos extremidades inferiores de color negro (¿algún tipo de necrosis?). Valga ese ejemplo...

Lo cuento, dado que ahora se han producido en Polonia varios casos de fallecimientos en hospitales por shock séptico. Esta situación es grave, dado que pone de manifiesto lo endeble de las infraestructuras hospitalarias polacas, independientemente de la estupenda preparación de los facultativos que en ellas trabajan. De hecho, hasta la fecha ya se han producido 10 casos en lo que va de año, y eso que acaba de empezar.

¿Cuándo llegaran los fondos de la Unión Europea para mejorar los hospitales polacos?

Otra vez dando el cante

El pasado día 26 de enero, viernes, tuvo lugar en el Club Latino El Sol una nueva fiesta de Karaoke en español, a fin de despedir el semestre, como era menester, dado que en poco tiempo comenzarían los exámenes de mitad de semestre y los estudiantes se tendrían que dedicar a la labor principal que justifica tal título: estudiar.

En este caso, no pude asistir a la fiesta, dado que ya empezaba a encontrarme en u n precario estado de salud, de lo cual trataré en otra entrada del blog. Lo que sí puedo decir, por lo que me han contado personas que sí asistieron a la misma, es que estuvo bastante animada y que hubo gente cantando sin parar hasta las 4 de la madrugada...

Si yo pudiera cantar hasta tan altas horas, seguramente me asombraría a mí mismo por mi capacidad de resistencia, pues ya con seis horitas de clase tengo la garganta poco menos que destrozada. En cualquier caso, gracias a miembros del Kolo Naukowe Iberystów, la fiesta se desarrolló estupendamente y con bastante participación.

En cualquier caso, hay que darle las gracias, como siempre, a Jorge, Miguel y Ola, sin los cuales no tendríamos un lugar para celebrar estas fiestas. También, y no por ello menos importante, hay que agradecer a todos los asistentes su presencia, dado que, tal como me han comentado, hubo estudiantes y profesores de la UJ, de la AGH, del Instituto Cervantes y de otros centros educativos de Cracovia. A todos ellos, gracias.