Ya tengo un nuevo ordenador, un HP Compaq nx9420, y es que el anterior muró estas Navidades pasadas. Poca cosa si se lo compara con los más de seis años que ha venido prestando un fiel servicio intensivo. Ahora, que este nuevo ordenador es tremendo, sobre todo por las prestaciones que da y por la relación calidad precio...
Aunque no iba a hablar de este tema, aunque sirva de justificación esa introducción para que se sepa el por qué de mi larga ausencia en el blog.
De lo que sí quiero hablar es del tiempo (cosa usual cuando no se tiene nada concreto de lo que hablar), que está dando más de un quebradero de cabeza a los meteorólogos y a personas de a pie como yo. Con mucha euforia anunciaba a principios de noviembre como había ya llegado la primera nevada a Cracovia. Triste de mí, pues fue en esa ocasión y una más en la que se produjo este evento. Desde entonces, ha reinado un clima pseudo-otoñal, en el que las temperaturas no han bajado de los 10 grados sobre cero, salvo en contadas ocasiones.
Me contaba el otro día mi amigo Diego, lector MAEC-AECI en Katowice, el cual se hallaba dotado de un abigarrado jersey y de un gorro no menos preparado para un invernal frío polaco, que estaba deseperado, dado que se había prevenido contra un mal tiempo que no llegaba... En fin, Diego, tendrás que esperar a otra ocasión, porque parece que este año no termina de cuajar el invierno en Polonia.
Mis conocidos de ya cierta edad y empaque me dicen que es lo más inusual que han visto en sus años de vida y es que seguimos gozando acá, en líneas generales, de un otoño prolongado, al revés que en España, país al cual azotan las nieves invernales con fuerza (para más información, pichar aquí), y es que últimamente esto aprece el mundo al revés: relativo calor en Polonia (para lo que podría haber sido de haber ido las cosas normalmente) y bastante frío en España...
¡Y los polacos que conozco se quejaban del clima! En fin, que parece que el cambio climático está haciendo de las suyas y es un asunto que me preocupa. ¿Para cuándo la nieve? En febrero, en marzo... ¡Quién lo sabe Los meteorólogos polacos ya han aventurado nevadas en las últimas semanas, aunque con infructuoso resultado. Si cae algo, son chaparrones de agua a guisa de tormentas veraniegas.
En cuanto al frío que he vivido en los últimos años, y que según los propios polacos, brilla por su ausencia, he de decir que no temina de llegar y que, por ende, provoca preocupación entre las gentes de acá. ¿Hasta cuándo durará está situación? Nadie lo sabe.
Sólo quiero decir que lo más anormal pasa: quue haga calor en Polonia y frío invernal en España, con nieve incluida... ¿Y es que no es raro? Concluiré, pues, con unas palabras de mi antiguo profesor de Ciencias Naturales en el instituto: "Nos estamos cargando el planeta". Mira que no cejaba en el hecho de repetirlo, y, a lo peor, no sabía hasta qué punto tenía razón...
Aunque no iba a hablar de este tema, aunque sirva de justificación esa introducción para que se sepa el por qué de mi larga ausencia en el blog.
De lo que sí quiero hablar es del tiempo (cosa usual cuando no se tiene nada concreto de lo que hablar), que está dando más de un quebradero de cabeza a los meteorólogos y a personas de a pie como yo. Con mucha euforia anunciaba a principios de noviembre como había ya llegado la primera nevada a Cracovia. Triste de mí, pues fue en esa ocasión y una más en la que se produjo este evento. Desde entonces, ha reinado un clima pseudo-otoñal, en el que las temperaturas no han bajado de los 10 grados sobre cero, salvo en contadas ocasiones.
Me contaba el otro día mi amigo Diego, lector MAEC-AECI en Katowice, el cual se hallaba dotado de un abigarrado jersey y de un gorro no menos preparado para un invernal frío polaco, que estaba deseperado, dado que se había prevenido contra un mal tiempo que no llegaba... En fin, Diego, tendrás que esperar a otra ocasión, porque parece que este año no termina de cuajar el invierno en Polonia.
Mis conocidos de ya cierta edad y empaque me dicen que es lo más inusual que han visto en sus años de vida y es que seguimos gozando acá, en líneas generales, de un otoño prolongado, al revés que en España, país al cual azotan las nieves invernales con fuerza (para más información, pichar aquí), y es que últimamente esto aprece el mundo al revés: relativo calor en Polonia (para lo que podría haber sido de haber ido las cosas normalmente) y bastante frío en España...
¡Y los polacos que conozco se quejaban del clima! En fin, que parece que el cambio climático está haciendo de las suyas y es un asunto que me preocupa. ¿Para cuándo la nieve? En febrero, en marzo... ¡Quién lo sabe Los meteorólogos polacos ya han aventurado nevadas en las últimas semanas, aunque con infructuoso resultado. Si cae algo, son chaparrones de agua a guisa de tormentas veraniegas.
En cuanto al frío que he vivido en los últimos años, y que según los propios polacos, brilla por su ausencia, he de decir que no temina de llegar y que, por ende, provoca preocupación entre las gentes de acá. ¿Hasta cuándo durará está situación? Nadie lo sabe.
Sólo quiero decir que lo más anormal pasa: quue haga calor en Polonia y frío invernal en España, con nieve incluida... ¿Y es que no es raro? Concluiré, pues, con unas palabras de mi antiguo profesor de Ciencias Naturales en el instituto: "Nos estamos cargando el planeta". Mira que no cejaba en el hecho de repetirlo, y, a lo peor, no sabía hasta qué punto tenía razón...