El día 29 de enero de 2009 tuvo lugar en la Librería Española Elite (para más información pinchar aquí) un encuentro organizado por el Koło Naukowe Iberystów UJ titulado "Rozmowy o niewierności" (que viene a ser "Charla sobre la infidelidad"), el cual contó con la presencia de Abel Murcia Soriano, director del Instituto Cervantes de Cracovia e insigne traductor de la lengua polaca al español, Xavier Farré Vidal, lector de catalán en la Universidad Jaguelónica de Cracovia y reconocido traductor del polaco al catalán y de Gerardo Beltrán, conocido traductor de textos líricos. Estos señalados ponentes cuentan en su haber con la traducción de numerosas obras literarias y una amplia experiencia en el terreno de traducción.Dicho encuentro gozó de la presencia de un nutrido grupo de asistentes, los cuales, tras la intervenciones de ambos conferenciastes, participaron en un muy animado debate sobre los entresijos de la traducción y sobre la figura del traductor, especialmente -y tal como anunciaba el título de la charla- sobre si el traductor es coautor o traidor a la obra traducida.Ni qué decir tiene que tanto Abel Murcia como Xavier Farré y Gerardo Beltrán dieron lo mejor de sí mismos y el debate se prolongó durante bastante tiempo (tanto, que incluso las sufridas Ewa y Weronika, propietarias de la librería, tuvieron que sacar fuerzas de flaqueza para mantener el recinto abierto mucho más allá de la hora de cierre).Fue una actividad con nutrida participación -como ya he dicho antes- dado que la traducción es un tema que suscita gran interés entre los estudiantes de Filología. Hay que agradecer encarecidamente tanto a Abel Murcia como a Xavier Farré y a Gerardo Beltrán su participación en este evento y la aportación de su experiencia y sus visiones acerca de la traducción, que sin duda abren un camino muy amplio a las nuevas generaciones de filólogos polacos.Algunos de los asistentes a esta interesantísima charla sobre traducción
(De izquierda a derecha) Abel Murcia, director del Instituto Cervantes de Cracovia, Xavier Farré, lector de catalán en la UJ, Gerardo Beltrán, traductor lírico, y Weronika Ignas-Madej, co-propietaria de la Librería Española Elite y traductora
Marta Pawłowska, presidenta del Koło Naukowe Iberystów presenta a los conferenciantes
Marta Pawłowska, Xavier Farré y Abel Murcia (Gerardo Beltrán está tapado tras la presidenta del Koło Naukowe Iberystów UJ) durante el transcurso de la conferencia sobre traducción
De vez en cuando toca moverse un poco, sobre todo por eso de no anquilosarse en un sitio demasiado y para que recordemos que una forma de relajarse frente a los agobios cotidianos que nos ocasiona la ajetreada vida laboral es viajar.Así pues, armado de resolución, ganas de liberarme un poco del mundanal ajetreo de diario y, sobre todo, con la feliz intención de ver las tierras de lo que Shakespeare llamaba "la pérfida Albión", me encaramé a un autobús y, pasando por Alemania, Holanda y Francia, llegamos en unas 14 horas al paso de Calais, donde un ferry nos esperaba para conducirnos a los pasajeros de dicho autobús a las costera ciudad de Dover.Desde allí vuelta a la carretera tras transitar por los dominios de Neptuno, y en tres horitas nos plantamos en Londres. La verdad es que es una ciudad tremenda desde cualquier punto de vista y, sea como fuere, no voy ahora a dedicarme a ponderar la maravilla arquitectónica que es esta ciudad y la enormidad de la misma.Visitas, las obligadas para el turista novato en este territorio: el Big Ben y el Parlamento, Buckingham Palace, el monumento a Nelson, Westminster Abbey, Hyde Park, Pically Circus, Chinatown, un fish and chips... Y frío... muchísimo frío. Un frío intenso que cala hasta los huesos y que, por mucha ropa que se ponga uno, no se lo va a quitar. Y hay que aguantarlo, porque estamos en Londres, y allá no se está todos los días, y ya no somos catetos españoles de visita allá, sino que somos tan europeos como los londinenses, y ellos no parecen tener frío, por lo que hay que aguantar estoicamente, sonreir ante la adversidad y simular que más que en Londres, estamos en Kingstown, Jamaica...Y otra cosa: el metro de Londres... ¡Vaya lío! La verdad es que cuando conoces uno como el de Madrid, te das cuenta que tanto el funcionamiento como la organización de las líneas, están muy bien planificados en la capital española (¡para que luego digan de los españoles!), y sin embargo en Londres hay que armarse de valor para ir en el tube y llegar adonde quieres ir de la mejor manera posible.¡¡¡Y llega Nochevieja!!! Y escuchamos en casa de unos amigos españoles, con Marta como anfitriona, las campanadas de la Puerta del Sol en Cadena Dial, y vemos a las 1:00, hora española (UTC +1), los fuegos artificiales que habían preparado en la City, porque ya ha llegado el Año Nuevo para los hijos de la Gran Bretaña, y brindamos, y reímos, y charlamos de todo...Y después nos vamos al Soho y vemos qué hay abierto y qué está ya cerrado (porque son cerca de las 3.00 de la mañana del nuevo 1 de enero y los pubs empiezan a cerrar y la amable policía británica empieza a echar a la gente hacia su casa, como si fueran borregos). Y mi amiga Marta que se acerca a un policeman británico y en un perfecto inglés con cierto trasfondo alcohólico y un gran derroche de simpatía le pregunta que qué sitio está abierto para ir a tomar algo, y el policeman, que muy amablemente le responde, también derrochando simpatía, dice que a partir de esa hora ninguno, que ya empieza el "toque de queda" que ha dado Boris (el alcalde de Londres, que a pesar de ese nombre ruso, es británico de pura cepa), y que lo mejor que puede hacer es largarse a su casa y disfrutar de la noche con los amigos, pero eso sí: sin hacer ruido, porque los vecinos se quejarán y tendrá que ir a, lamentablemente ("sorry, ma'am"), fastidiarnos la fiesta.Permítaseme ahora un breve inciso sobre esta cuestión de la política británica y es que pasan cosas realmente curiosas: el anterior alcalde de Londres no tenía nombre ruso, sino que se llamaba Ken Livingstone (no ese de la frase: "el señor Livingstone, supongo", sino que es otro Livingstone), y era profundamente trotkista a pesar de ese nombre tan inglés de Ken. El actual se llama Boris Johnson y, a pesar de un nombre tan ruso, resulta que es profundamente conservador y monárquico... ¡Paradojas de la vida!Retomando el hilo del día de Año Nuevo, como resulta que el policía es tan simpático, nos marchamos, obedientes a casa a seguir la fiesta como nos ha indicado, y sin hacer en la medida de lo posible ruido. Y volvemos y tomamos algo más y charlamos y nos caemos de sueño.Y tras ese día de Año Nuevo toca hacer las maletas, y volver al autobús, y del autobús al ferry, y del ferry otra vez al autobús, y en unas -ahora ya- 14 tediosas horas, cruzamos Francia, Holanda, Alemania y llegamos a la querida Polonia, donde nos espera el reintegrarnos otra vez a la vida cotidiana, al trabajo y a vivir, lo mejor posible y como se pueda, este nuevo 2009 que nos ha tocado.Ahora, como siempre, van unas fotos adjuntas a la entrada, para aderezarla decorativamente:Vista (que no muy buena) desde el ferry del pueto de DoverBote de salvamento del ferry, que a la sazón se llamaba igual que el puerto de destino...Monumento ecuestre de... ¡caramba! Ni lo miré. Lo que importa es la famosa noria de la City al fondo...Parte del edificio del Parlamento. Me gustaron mucho las ventanas de estilo gótico tardío que intruducen la poca luz que en Londres suele haber a raudales...Por supuesto, había que visitar la Abadía de Westminster... ¡Todo un delito haberla pasado por alto!Y para que no quepa duda de dónde estaba, pues había que ubicarse en el metro cada dos por tres...Era imposible dejar pasar la ocasión de montarse en uno de estos archiconocidícimos autobuses de dos pisos, aunque con la imagen más remozada...Y tampoco se podía dejar pasar la ocasión de echarse una foto en una cabina de teléfonos londinense, tan peculiar en su forma y diseñoCarrusel nocturno al lado de Picadilly Circus. La verdad es que el ambiente era más proclive a la diversión que a rememorar tiempos de la infancia en los caballitos...Y como no podía ser menos, Picadilly Circus de noche, que es cuando más destaca y refulgeCambio de la guardia en Buckingham Palace... ¡Suerte que lo vi! La única lástima es que la Reina no salió a saludar, si no, hubiera sido una jornada completa...Frontal de Buckingham Palace y una gran cantidad de turistas, para variar... Intenté que despejaran el área de la fotografía, pero todo fue en vano...¿Qué hacía este pescado en medio de Buckingham Road? ¿Es que se perdió o hizo una escapadita fuera del Támesis?Para que luego digan que no son originales los taxis ingleses... Y es que la prensa amarilla llega ya a todos los sitios... ¿Para cuándo taxis en Madrid con las mejores imágenes de Salsa Rosa?El Big Ben y yo... Yo y el Big Ben...Otra vez el Parlamento, y es que es un edificio magnífico...Estatua que remata la fuente situada frente a Buckingham Palace... Desde ahí, vigila a la familia real británica como un atento paparazzi de piedra...Y para que no quepa duda, la dichosa fuente con Buckingham Palace al fondo... ¿A que es bonito el conjunto?Esto es lo que le va a pasar a quien se le ocurra saltar la verja del Palacio de Buckingham... ¡Huy qué mal suena eso de "criminal offence"!Para finalizar, y como decía Lord Nelson: "Inglaterra espera que cada uno cumpla con su deber". Yo, por mi parte, intenté seguir esa máxima y pasé un fin de año bárbaro...
El 18 de diciembre de 2008se celebró por parte del Koło Naukowe Iberystów UJ la Wigilia, un encuentro tradicional en Polonia que se celebra a las puertas de la Navidad y que sirve para que se reunan amigos y conocidos para compartir unos momentos destinados a manifestarse los mejores deseos posibles de cara a las fiestas navideñas y al año nuevo.En este caso, este encuentro contó con la participación de numerosos miembros del Koło Naukowe, así como de diversos profesores que fueron invitados a participar. Los asistentes aportaron su granito de arena a través de platos cocinados, pasteles, dulces, sopa, etc...Hay que dar las gracias a Xavier Farré, lector de catalán en la universidad por el maravilloso caldo que hizo, que contribuyó a que entráramos en calor, así como a Aleksandra Stasiak, Marta Masłowska y Marta Pawłowska por la preparación de un típico plato polaco para estas fechas, hecho a base de pasta y chocolate, que estaba delicioso.También hay que agradecer la velada de villancicos que auspició Maria Filipowicz-Rudek, gracias a la cual conocimos algunso villancicos no sólo españoles, sino también gallegos (dado que su gran pasión es la lengua gallega y allá donde va, con mucho arte y mérito la promociona).También contamos con la presencia de la Directora del Área de Español de la Universidad de Ciencia y Tecnología de Cracovia, Magdalena Pabisiak, la cual trajo un bello regalo en forma de copa grabada para el Koło Naukowe Iberystów y que vino acompañado con... ¡churros! La verdad es que los churros son una grata especialidad culinaria de Magdalena que hacen que, cuando se prueban, uno recuerde con nostalgia lo que dejó atrás, especialmente en esas fechas tan señaladas...En fin, tuvimos una velada muy grata, cargada de ilusión, buenos deseos y muchos villancicos, que culminó con el intercambio de obleas. las obleas son un pan ácimo, similar a las hostias utilizadas durante la misa, pero en este caso, de forma rectangular, y la costumbre consiste en ofrecer a otra persona de la oblea propia y tomar un trozo de oblea de quien ofrece, mientras se intercambian deseos y felicitaciones para la Navidad y el año nuevo. Esta bella tradición polaca es el cuerpo central y más importante de la Wigilia y la verdad es que en aquella tarde hubo innumerables cruces de buenos deseos para todos.De verdad, que todo aquello que se deseó se cumpla con creces en este año 2009 y que podamos tener la ocasión (y ese es mi deseo más íntimo) de seguir celebrando esta Wigilia en sucesivas ocasiones.El esforzado Xavier preparando el maravilloso caldo in situ con el que homenajeó nuestros estómagos durante la fiesta de Wigilia
Magdalena Pabisiak y Maria Filipowicz-Rudek enseñándonos a cantar villancicos en gallego a los presentes, lo cual fue muy emotivo y maravilloso
Xavier junto a la actual presidenta del Koło Naukowe Iberystów, Marta Pawłowska (a la izquierda) y la anterior presidenta, Aleksandra Stachowiak (a la derecha)
Tradicional plato polaco para las fechas navideñas hecho a base de pasta, chocolate, canela... ¡¡¡Mmmmm!!! De rechupete....
Como o podía ser menos, tenía que retratarme con la anterior y la actual presidenta del Koło Naukowe Iberystów, ambas chicas estupendas, muy participativas y muy bien preparadas... ¡Qué hubiera hecho yo en todo este tiempo sin ellas!
El día 21 de diciembre de 2008 encaminé mis pasos hacia la bella localidad polaca de Sandomierz (para más información, pinchar aquí) ubicada en la región de Świętokrzyskie, en el sureste del país. Sandomierz era un lugar que llevaba tiempo queriendo visitar, y precisamente por ello este viaje revestía la culminación de una inquieta espera, dado que esta ciudad es una joya de la arquitectura medieval polaca, teniendo además en cuenta que se ha conservado en inmejorables condiciones.Numerosos son los lugares que se pueden ver en la ciudad: desde un gran castillo, pasando por una importante catedral hasta una bella plaza central, con un ayuntamiento cuyo edificio data del siglo XVII. Aparte de eso, también hay numerosas iglesias y bajo el edificio del ayuntamiento discurren una serie de túneles que lo comunican con disversas partes de la ciudad. Cursiosamente han hecho de uno de estos túneles una especie de "túnel-museo" que se puede visitar y que recoge elementos de la historia de Sandomierz en su recorrido.También se encuentra en esta ciudad la casa del conocido cronista polaco del siglo XV, Jan Długosz, importante personaje en la historia polaca de la época barroca, que también fuera a la sazón político de notable influencia.A continuación ofrecezco algunas imágenes de Sandomierz, a fin de que se pueda admirar la belleza de esta ciudad:Vista exterior de la casa de Jan Długosz, cronista, político y militar polacod el siglo XV
Panorama de Sandomierz desde las cercanías del castillo
Interior del túnel-museo: pared de homenaje a los mineros que resturaron el túnel
Vista del recorrido del túnel-museo
En una de las salas del túnel-museo: en esta sala se guardan restos arqueológicos encontrados en Sandomierz, dado que esta zona ya estaba habitada desde la época del Neolítico.
Reconstrucción de una mazmorra medieval en el túnel-museo
Vista interior del recorrido por el túnel-museo
Mural del presentación del túnel-museo, en el cual se narra la historia de desamor de un arquero y Halina.
Vista de un lateral de la catedral de Sandomierz
Vista de la zona residencial del castillo "Kazimierowski" (o de Casimiro), en Sandomierz
Catedral de Sandomierz
Vista de un pozo en la plaza central de Sandomierz
Imagen de un convento de Sandomierz, junto con su iglesia adosada al mismo
Vista de la Puerta Opatowska, una de las antiguas puertas de acceso a la ciudad amurallada medieval
Detalle de la forma de anunciarse una sastrería local
Imagen del edificio de Correos de Polonia en uno de los lateriales de la plaza central de Sandomierz
La torre del Ayuntamiento de Sandomierz, que ocupa el cuerpo central del edificio, y de la cual, a sus pies, se encuentra la salida del túnel-museo.
Imagen lateral del Ayuntamiento de Sandomierz
Vista de una casa del centro histórico de la ciudad
Otra vista del camino que se dirige desde las faldas de la colina donde se asienta la ciudad hacia el centro de la misma
Por último, una reminiscencia que para muchos no polacos es bastante significativa, en cuanto a la lucha por la libertad