A mí, personalmente, la poesía es un género que considero "poco legible", dado que no me gustan demasiado las abstracciones conceptuales ni las interpretaciones oníricas de la realidad. De cualquier manera, de vez en cuando, hago mis pinitos. El otro día, merced a ciertas circunstancias personales, escribí un poema. Quisiera torturarles con su lectura, lo mismo que yo me torturé con su escritura. Así que allá va:
Vuelven a llorar los ángeles
con la violencia
del odio que tú tienes
por mí,
sólo por mí.
Lloran sus lágrimas de sangre,
que caen sobre
mi alma en pena,
que tiñen de rojo
mi triste faz.
Vuelven a llorar los ángeles
entonando nuevas loas
a tu odio por mí,
a tu glorioso odio
sólo por mí.
Me inundas de la sangre
que de sus ojos emanan
y que será mi pago,
porque es mi sangre.
Y tú,
sólo tú,
me castigas haciéndola manar
por sus ojos, rojos ya
de tan cruel llanto.
Vuelven a llorar los ángeles
y tú, tú también
vuelves a llorar,
porque haces que por ti
llore mi sangre.
En fin, prescindiendo de cualquier otra cuestión, apreciaré el que no se haga ningún comentario de este "pecadillo", dado que, como ya dije, ni soy poeta ni tengo vocación poética...
2 comentarios:
Entonces haré caso de tu atenta solicitud y no comentaré nada, absolutamente nada al respecto. Sin embargo, ten la amabilidad de leer tus correos electrónicos y contestarme, que en esta ocasión me urge un poco.
Gavin
Ya se que no quiere que se comente este poema y no lo voy a hacer...
Ah, me gusta :)
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