15.12.06

¿Enfermedad o provocación?

Así comienza el título de portada de la revista semanal polaca Wprost. Se refiere al último gran escándalo que ha azotado a la clase política polaca. El título completo en polaco es: "Patologia czy prowokacja? Seksafera", que traducido libremente viene a decir: "¿Enfermedad o provocación? Asuntos sexuales". A continuación, en dicha portada aparece un fotomontaje con la cabeza del líder del partido político polaco Samoobrona, Andrzej Lepper, ubicada sobre un escultural cuerpo de modelo tipo "musculitos", y tocado con la ya tradicional corbata que distingue a todos los integrantes de este partido. Pero mejor verlo que describirlo:




Esta cuestión, como decía, ha provocado un gran revuelo en el mundo de la política, así como en la propia sociedad polaca, dado que existen diversos aspectos de la trama que en este país resultan terriblemente escandalosos, no sólo por el contenido de los mismos, sino también por la índole de los protagonistas.

Samoobrona (Autodefensa) es uno de los tres partidos que forma coalición en el actual gobierno tripartito de Polonia, junto con el PiS (Ley y Justicia) y LPR (Liga de las Familias Polacas). Como ya sabe todo el mundo, el Presidente de la República Polaca, Lech Kaczynski, pertnece al PiS, así como su hermano Jaroslaw Kaczynski, Primer Ministro.

Andrzej Lepper, protagonista del fotomontaje de Wprost, ostenta el cargo de Viceprimer Ministro y Ministro de Agricultura. Esto se debe a que la mayoría del electorado de Samoobrona, que es un partido ultraconsevador de corte populista, se centra en el mundo agrario, habiendo sido adalid de medidas que llegan a lo disparatado en favor de la casi inexistente agricultura polaca, incluso frente a la Unión Europea. Para quien no termine de ubicar a este político, ya de por sí tremendamente famoso en Polonia, se trata de aquel que intentó ostentosamente regalarle un crucifijo a la presidenta de la Comisión Constitucional de la Unión Europea cuando se estaba debatiendo el incluir o no el tema de los orígenes cristianos de Europa en la Constitución Europea, siéndole devuelto por la misma, que pertenecía al Partido Comunista Italiano, a través del gesto de arrojárselo a la cabeza con cierta violencia y falta de destreza, dado que no le acertó.

¿Por qué ahora este titular y cuál ha sido el hecho que ha conmocionado a la opinión pública? Pues resulta que varios parlamentarios de Samoobrona (cuyos nombres omitiré por el momento, a pesar de haberse publicado por este semanal, así como por el prestigioso diario polaco Gazeta Wyborcza, por si aún se derivaran acciones legales, de las que no quiero ser partícipe), parece ser que han tenido acercamientos poco profesionales a algunas de las mujeres que pertenecían o trabajaban para el partido, de tal manera que el asunto se ha saldado, al menos por el momento, con un hijo misterioso...

La madre de este niño denunció en un juzgado la situación, y tal como prevé la ley polaca, el juez de instrucción ordenó los pertinentes análisis de ADN para determinar la paternidad o no del niño por parte de uno de los afectados en estas denuncias. Hay que añadir que en Polonia estas pruebas son obligatorias si media denuncia de este tipo, pues, aunque el hombre se desentienda del niño, la ley ordena que, si se demuestra fehacientemente la paternidad sobre el mismo, el hombre habrá de pagar una pensión de manutención al niño hasta que éste tenga la mayoría de edad civil.

Como quiera que sea, dichas pruebas resultaron negativas, por lo que, en principio, la madre quedó como mentirosa y con un palmo de narices en cuanto a sus pretensiones. Ahora bien, lo que viene a desvelar este semanario es que ha habido más casos de este tipo en Samoobrona y que es incluso posible que, en el caso de las pruebas de ADN anteriormente referidas, alguien hubiera -hipotéticamente, claro-, "untado" a los médicos que llevaron a cabo dichas pruebas.

Si se le pregunta a la gente de la calle, especialmente los jovenes están manifiestamente a favor de la madre y muchos hablan de la misma teoría que sostiene el semanario, en cuanto a que habría que repetir dichas pruebas de ADN por un equipo de médicos independiente.

En, fin, que, como se dice en mi tierra, "en todos sitios se cuecen habas", y la cuestión es que, si bien la sociedad polaca se ha preocupado tremendamente por este asunto, parece que los problemas relacionados con las altas tasas de desempleo, los extremadamente bajos salarios, la acuciante emigración de polacos al exterior, etc..., es como si no le importara absolutamente nada a la misma, o al menos, no tienen dichos problemas la suficiente envergadura para despertarlos de su sopor y sólo les escandaliza terriblemente el anormal funcionamiento hormonal de sus políticos...

¡Menos mal que aún no les ha dado por percatarse de lo rentable que es el ladrillo!...

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